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Lilliac Vulpes
:: Other Theme :: Originales
Página 1 de 1.
Lilliac Vulpes
Esto de andar con rodeos a la hora de presentar un fic va a ser un placer culposo frecuente, un pecadillo que probablemente repita muchas veces a lo largo de mi vida en este foro pero... ¡Bueno! Es lo que hay, nadie les obliga a leer esta primeras lineas, lo primero es que, como en este foro no esta permitido colocar los fics en spoiler me gustaria indicarles la existencia de un mando: "Ctrl+F". Este mando les facilitara la navegación, tal vez en algunos minutos lo escriba en otra zona del foro para mejorar la navegación y hacerla mas sencilla para ustedes pequeños hijos de puta y ya sin mucho mas que decir les presento lo que espero sea mi mejor fic:
• Género: Misterio, Fantasia
• Clasificación: +15
• Total de capítulos: Desconocido
Es interesante como la vida puede pender de un juego, al igual que una gran confianza puede romperse como el cristal frente a la potente fuerza de un auto. La magia muy pocas veces tiene lugar en un misterio en todo el sentido de la palabra, y tiene una razón de ser, cuando hay magia de por medio nunca se sabe hasta qué punto la lógica común puede ser infalible y hasta qué punto puede permitirse la obviedad de decir que fue magia, no por nada, la mejor forma de combatir o utilizar magia es, regularmente, comprenderla, como una ciencia, no por nada se suele decir “La magia es una ciencia”. Puede ser cierto, en los tiempos más antiguos a la alquimia se le consideraba una práctica mágica mientras que en tiempos actuales se le considera uno de los precursores de la química, en muchos casos la magia puede ser tan compleja como la química y tan confusa como la física.
Para hacerse llamar mago, brujo o hechicero no basta con poseer el don, tampoco hacer amuletos que lo canalicen, hace falta comprender tu don, por eso, algunas personas sin el don en sus venas son capaces de alcanzar esos títulos, después de todo, tal como la matemática, solo necesita de práctica y las cosas más complicadas, a ojos de un experimentado será un juego de niños, después de todo, inbierte en algunos casos las leyes naturales, por eso es normal que el don haya desaparecido poco a poco.
Al final de cuentas, volviendo al punto anterior del misterio, si loz detectives tuvieran acceso a la magia seria incontables veces más simple, después de todo, ¿para qué investigar si puedes contratar a una médium que lo diga todo?, ¿Para qué ser detective si todo difunto puede resucitar en poco tiempo?. Quién sabe, tal vez sea por eso que normalmente la lógica y la magia comúnmente sean puestos en lugares opuestos de la balanza. Tal vez no debería extenderme mucho mas, después de todo, hay que descubrir los papelles lo antes posible.
¿Por que comencé estos discursos divagantes en primer lugar? Pueden tener una razón de ser que aun no comprendes. En esta vida todas las piezas calzan en su lugar justo, si faltan, debes investigar más, si sobran, probablemente lo que no encuentras sea el rompecabezas donde ponerlas, supongo que es todo por ayer, hoy y siempre, no me presentare como tu guía ni mucho menos, este viaje es en solitario, más temprano que tarde comprenderás la razón por la que estoy aquí.
Era El año 2006, en algún lugar de Europa, una lujosa limosina negra rodaba en una carretera a la salida de aquella lugar, lo cierto es que en aquel lugar, era conocido como “El auto de la muerte”, se podía diferenciar por sus accesorios dorados de Águilas y dragones, el chofer, que conducía con sus oscuras ventanillas cerradas pisaba el acelerador como sí pretendiera romper el pedal, él sabía bien que a su jefe no le gustaba nada llegar tarde a sus “reuniones”.
Conducía, ni a más ni menos que el hombre más temido de toda Europa y áreas circundantes, el jefe de una poderosa mafia que en los último años se había hecho con el control de toda Europa a causa de sus constantes chantajes a los grandes sectores del gobierno, el señor sentado en uno de los asiento de la limosina, era ni más ni menos Sir Draco Bocus, el hombre más temido, y muchas veces, envidiado de todo el país, el hombre tras el cual incontables vidas fueron tomadas y el cual había llegado hasta a besar la mano de la reina.
Era un hombre de cabellos oscuros, ya con algunas canas perdiéndose en su oscura cabellera, vestía un elegante traje de gala negro y poseía un oscuro mostacho que se asemejaba al cabello que tenia, ya también con unas cuatro o cinco canas sobre este, podía si bien ser no solo un chantajista, sino también un estratega sin ningún igual en el mundo criminal, pero tenía un solo problema en su vida, el cual estaba justamente sentado frente a él, con las piernas cruzadas y unos pequeños audífonos puestos mirando perdidamente a la ventana abierta de la cual entraba un aire fresco sacudiendo sus dorados cabellos, era ni más ni menos que su única hija, Lina Bocus, consecuencia de su esposa asesinada, el gran padre de la mafia la cuido bajo su gran ala, pero, también bajo su sombra, todos siempre esperaron grandes cosas de ella pero lo cierto es que, si, era muy hábil en el arte de mentir, pero jamás pudo hacer una estafa que se asemejara a la de su padre, jamás pudo hacer una buena estrategia y no destacaba en ningún área especial de sus estudios, en principio era visto más que nada como una niña molesta que no hacía nada por hacer progresar a la organización pero que por suerte tampoco hacía nada para hundirla, era como si no existiese.
Tendría alrededor de dieciséis años, rasgos finos aparentemente delicados, no era especialmente linda, sus ojos crema se perdían con normalidad en cualquier lugar imaginando quien sabría que cosas, muchas veces el señor hacia indicios de querer hablar con ella pero esta simplemente no lo escuchaba por el volumen de su música, el sabía que si era duro con ella no le saldrían muy bien las cosas en su relación de padre e hija, de hecho, ambos sabían que a ella no le interesaba para nada la reunión, ella solo quería ir por el lugar en que se llevaría a cabo dicha reunión, un bosque muerto en el que nadie iba, la joven siempre que podía iba hacia allí por razones que nadie conocía, nadie más que ella.
El automóvil se detuvo en un camino de tierra frente a uno de los arboles, la muchacha en aquel momento cerro la ventanilla de la limosina mientras se levantaba su padre seguido por ella misma, la puerta del automóviles abrió ante ellos, la muchacha se quito los audífonos y los enredo alrededor de su cuello y dio unos pasos, una vez fuera del automóvil, hacia dirección opuesta a donde se iba su padre con el chofer armado con una AK-47, el señor l detuvo tomándola de un hombro a lo que ella se volteo con cara de pocos amigos y el comenzó a hablarle.
–Mira… Lina, no estoy seguro de lo que hagas siempre en ese bosque pero ten mucho cuidado, o al menos dime que es lo que haces allí o llévate uno de mis hombres para que te cuide –Dijo el preocupado hombre haciéndole una seña con la mano al chofer para que detuviese su caminata
–No necesito ningún escolta, estaré bien, como siempre –dijo la muchacha sin siquiera mirarlo y quitándose la mano de su mentor de su hombro, esta, a diferencia de él, con su vestido se camuflaba mucho mejor entre la neblina, un vestido blanco muy sencillo, que le llegaba hasta casi los tobillos y que fácilmente podía ser un pijama
La muchacha sin dejarle contestar se encamino hacia el profundo y muerto bosque en el cual desapareció entre la distancia y la niebla
Pasaron 10 minutos, 20 minutos, una hora, ya se estaba haciendo oscuro cuando la rubia, caminando por un camino de hierba entre los árboles se encontró con una gran mansión, con ladrillos blancos como las nubes, estaba rodeado por un gran jardín donde las rosas rojas crecían desordenadamente, esta siempre se detenía y caminaba en aquel gigantesco jardín, perdiéndose entre las flores y en parte rasgando sus pies con las espinas que crecían en ellas, mas teniendo cuidado de no ir demasiado lejos, después de todo, no le gustaba l dolor.
Después de su peculiar paseo toco las puertas de madera con fuerza deteniéndose tras unos 20 poderosos golpes, después comenzó a golpear nuevamente tras unos segundos, esta vez con sus nudillos hasta que estos se enrojecieran y le dolieran por lo cual comenzó a gritar a la puerta
¡¡AZIRA!! –Después de fuerte grito cogió aire nuevamente para continuar gritando a la persona del interior de la mansión – ¡Abre la maldita puerta!
Se quedo callada por algunos minutos frente a la puerta cruzada de brazos, esperando a que esta se abriera permitiéndola entrar en aquel lugar, evento que nunca sucedió por lo cual gruño levemente cerrando los ojos con fastidio por lo que se aventuro al jardín de rosas una vez más, camino por un lado de la mansión hasta encontrarse con una ventana que conducía a una sala con pequeñas mesas y tazas de té, la ventana no tenía ningún seguro por lo cual solo la abrió y se trepo para entrar.
Ninguna de las tazas había sido usada aun, y si había sido habían sido limpiadas con una dedicación convulsiva, la muchacha camino por la alfombra roja de la habitación hasta quedar frente a la puerta y abrirla y abandonar la alfombra hasta un piso de madera de caoba, fue todo el camino hacia la puerta de enfrente, en la cual, se encontraba una nota escrita con una horrible caligrafía “Estoy en el sótano” por lo cual la rubia se aventura todo el camino hacia una puerta abierta que levaba a una escaleras que llevaban a la más profunda oscuridad.
Lina se aventuro sin miedo a las profundidades de aquel sótano, ese lugar era muy diferente al resto de la casa, la escalera la componían un montón de rocas húmedas y resbaladizas, fácilmente podría confundirse con una cueva, la rubia bajo tal vez un kilometro bajo tierra hasta encontrarse con una tenue luz tras una puerta de madera antigua, ella sentía como el aire cada vez era más difícil de respirar a la vez que un inmundo olor dominaba sobre el lugar, seria comparable al olor de la carne podrida, la leche vencida y el estiércol, todo a la vez, la muchacha se tapo la nariz y la boca con una de sus manos tratando de evitar el espantoso hedor.
Una vez estuvo frente a la puerta la abrió fuertemente mirando seria a la otra chica que se encontraba allí frente a unos tubos de ensayo y un matraz aforado, rodeada de incontables instrumentos químicos y sustancias que su servidor tardaría años en identificar.
La rubia con un mano sobre sus cavidades respiratorias y la otra cruzada, con mirada molesta observo a la pelinegra, tenía el cabello casi hasta sus muslos, era menos pálida que la rubia pero aun así había poco color en su piel, sus ojos eran oscuros y vestía un vestido muy corto de color gris muy rasgado y una capa de color celeste que se unía en su pecho con un broche de color rojo sangre, quien se dio media vuelta y la saludo tapando un matraz con un corcho mientras esta se convertía de un color rojo a un color violeta oscuro saludando alegremente a la rubia con una mano mientras dejaba el matraz sobre la mesa
¡Holi Lina! –la pocionera se alejo de la mesa felizmente dando casi saltitos hasta donde se encontraba su interlocutora – ¡Justo pensaba en ti! Necesito un favor –Atino a decir antes de que la rubia con su dedo índice la interrumpiera tapando los labios de ella con este
¡Ah! A ver si lo entiendo, me dejas hablando sola en la puerta, me dejas afuera teniendo que entrar por la ventana… ¿Y ahora necesitas mi ayuda? –alejo su mano de los labios de la pelinegra de ojos oscuros mirándola enojada y algo fastidiada –¿Crees que soy estúpida?
La pelinegra negó con ambas manos algo apenada sonriendo algo confundida y nerviosa con los ojos cerrados –Perdón… Es que he estado trabajando en una nueva poción desde la semana pasada y acabo de terminarla
La rubia arrugo los ojos suspirando pesadamente y dijo de manera sarcástica y burlona –Entonces el olor que venía de la habitación… ¿Eres tú? –Después de lo dicho sonrió burlándose de ella mientras la pelinegra fruncía el ceño pero la rubia no se detuvo –Deberías bañarte más seguido ¿sabes?
¡Siempre me baño! –Exclamo la pelinegra –Soy una bruja y la magia es mi ciencia ¡es normal que me emocione por un avance así!
La rubia movió su mano echándose a si misma aire debido al calor que hacía en aquel lugar –Como sea, ¿de qué se trata?
Solo basto esa simple pregunta para que la pelinegra se emocionara y fuera casi corriendo a la mesa, tomara el matraz y lo mostrara con ambas manos a la subía frente a su cara – ¡No te lo vas a creer! He creado un elixir que permitirá aumentar las habilidades naturales de su usuaria, tales como su fuerza, su velocidad y su inteligencia –En ese momento la rubia le tapo la boca con su mano la boca de la bruja y le dijo en tono serio
-Sé a dónde va todo esto y la respuesta es no, no voy a ser tu conejilla de indias para que pruebes tu poción
La bruja inflo las mejillas quitándose la mano de la rubia de encima de sus labios e intento convencerla, de verdad quería tomar nota de sus descubrimientos
-Pero si a ti más que a nadie más le encantaría… Imagínalo, ser fuerte como un oso, ágil como una gacela e inteligente… ¡Como yo!
La rubia no se resistió a burlarse –Entonces esa poción hace a la gente menos inteligente, ¿sabes?
La pelinegra se enojo pero decidió ignorar el comentario –Pero es lo que siempre has querido… No, no ser tan inteligente como yo, pero imagínalo, tendría un legado aun mayor que el de tu padre –La bruja paso su brazo sobre los hombros de la muchacha y la invito con su otra mano al ver al vacío del futuro que esta le relataba –Imagínatelo, “Lina Bocus, la más grande chantajista del mundo, aquella que está por encima de todas las leyes”, ya me habías dicho antes que tenias problemas con tu padre por no poder encontrar tu lugar.
La rubia empujo a su interlocutora para que se separara de ella mirándola seriamente –Esta bien, la probare… Solo un poco, pero si te digo que no, no me volverás a insistir… Y si no funciona me tendrás que hacerme un círculo mágico, como el que me ayudo a pasar aquel examen el año pasado –Advirtió la rubia extendiendo su mano para sellar el trato
Para la pelinegra era en extremo difícil hacer esa clase de círculos, debía conseguir sangre de una res, las cuales no se hallaban por aquella zona, pero estaba segura de que funcionaria, esa vez por fin marcaría su superioridad por sobre el resto de las brujas, alegra estrecho la mano de la rubia con una sonrisa segura en los labios –Hecho
-¿No podrías hacer que este hedor se valla? Comienza a marearme un poco… O al menos podríamos intentar subir a un lugar más ventilado para que el trago no sea tan amargo –Dijo la algo espantada muchacha que pasaba la mirada por la habitación sintiéndose en parte un experimento mas, a lo cual la bruja s acerco con el brebaje en su mano y le acerco la botella cerrada con un corcho con un sacacorchos clavado en este
Vamos, no tomara más que uno o dos minutos, después nos vamos a donde quieras a probar tu nueva velocidad, tal vez con eso no te vuelvas a rasguñar con las rosas –dijo señalando las piernas de la rubia que tenían unos rasguños a causa de las espinas del jardín que cruzo
Okey… Si tu lo dices –la rubia tomo el sacacorchos del matraz y lo saco de golpe sintiendo como un pequeño aire del interior de la botella impactaba contra su cara y el horrible olor invadía sus pulmones haciendo que de sus ojos botaran lagrimas mientras alejaba al matraz de ella mima y se tapaba la nariz –¡Por Dios! Creo que eso acaba de matar mi sentido del olfato… Y si no, está muy cerca de morir…
La bruja se acerco a ella con una mirada insistente uniendo sus manos y entrelazando sus dedos como si rezara a modo de pedirle a la muchacha que continuara –Vamos… Estas a medio camino… Solo tienes que beberlo… -después de ello comenzó a agitar su mano soplándole aire a su amiga a la cara para que se recuperara, segundos después esta se calmó y volvió a colocar el humeante matraz frente a su cara una vez más.
Lina, Lina, Lina, Lina –la bruja le hacía porras en voz baja para impulsarla a beber aquel asqueroso liquido que se encontraba confinado en el cristal, la rubia dudaba, ni siquiera hablaba, solo hacia ademan de ir a beberse la poción pero luego de golpe alejaba el borde del instrumento de sus finos y pálidos labios
La chica rubia finalmente ante la mirada insistente de la bruja finalmente en un movimiento pego el instrumento a sus labios y rápidamente se bebió el contenido de este sin detenerse hasta que en menos de 5 segundos acabo con todo y dejo caer el matraz explotando contra el suelo mientras, ella pálida como la nieve con una mano te tomaba el vientre y con la otra se cubría los labios –Sabia horrible… Me hace sentir mal…
La bruja le sonrió de medio lado lleno por una esquina en la que se encontraba una escoba y comenzó a barrer los vidrios rotos alrededor de la enferma rubia a la vez levantando algo de polvo –Es normal, solo durara unos segundos
-la bruja dio un pequeño quejido, sentía muchas nauseas y estaba mareada, a la vez que comenzaba lentamente a sentir un potente dolor de cabeza como jamás lo había sentido en su vida, si había tenido esos síntomas antes pero jamás con toda esa potencia –Azeria… Por favor… De verdad me estoy sintiendo mal…
La pelinegra comenzó a preocuparse de la rubia de tal manera que barrió los cristales hasta debajo de una de las mesas más alejadas rápidamente, dejando algunos de los pequeños trozos brillando en el suelo y se acercó a colocar su mano sobre la frente de la rubia, estaba ardiendo, la bruja trago saliva –Esto… Lina… Tal vez deberíamos subir… Estas ardiendo
La rubia ni siquiera pudo responder, sintió un profundo calor en su pecho y comenzó a temblar terriblemente y a sudar seco, la bruja se estaba preocupando, de hecho, casi estaba entrando en pánico, no solo su poción había fallado terriblemente, sino que algo malo le pasaba a su mejor amiga, de hecho, era su única amiga, comenzó a agitarla levemente para que le prestara atención –¡Lina! Lina, responde… Por favor responde…
La chica comenzó a respirar por sus labios, trato de ver a la bruja, se volteo a verla pero su vista estaba empañada, tenia lagrimas en los ojos pero su vista, de por sí, estaba borrosa y antes de poder decir algo se desplomo, cayendo entre los brazos de la bruja, quien preocupada coloco los labios en el cuello de esta , sintiendo que aun tenia pulso aliviándose un poco –Tranquila, te vas a poner bien
Inmediatamente al cargo en su espalda, de manera que fuera muy complicado que se cayera, y salió por la puerta comenzando a subir costosamente por las escaleras, no estaba acostumbrada a usar su propia fuerza, pero no era más que una bruja pocionera y no tenía ninguna en ese momento que aumentara su fuerza física, una vez salió de las escaleras que conducían al sótano subió un segundo piso, todo era igual de lujoso y al final de un angosto pasillo se encontraba una habitación, tan elegante como el resto, una gran cama matrimonial en el centro de la habitación, en la parte noroeste una mesa de escritura con pluma y tintero, en la parte noreste, junto a una ventana que miraba al este un librero lleno de libros de magia y un espejo de cuerpo completo a la derecha de este, en la esquina suroeste un gran florero con flores violetas y en la esquina sureste una pintura de hace muchos años de los propietarios originales de la casa, un hombre y una mujer con apariencia de los años 30 y con ya muchos años de vida relatados en las arrugas y canas que ambos tenían.
La bruja acostó a la rubia en la cama, rápidamente la arropo y le arrebato todas sus posesiones, una navaja de aluminio de hoja negra como la noche, parecía haber sido utilizada antes, con varias gotas de sangre en la agarradera, un teléfono de pantalla táctil, una consola de videojuegos de dos pantallas, una táctil dentro de una funda qué le daba la apariencia de un libro si se sujetaba verticalmente y al final una pequeña agenda donde decían más que nada fechas de exámenes entre otras reuniones, el cual la bruja no se resistió a ojear unos segundos,, al final descarto todo dejándolo en la mesa de noche al lado derecho de la cama y corrió a la cocina volviendo al poco tiempo con un pañuelo y un cuenco con agua, con el cual mojo el pañuelo y lo coloco en la frente de la inconsciente chica que dormía en la cama como una muerta.
Las horas pasaron y la bruja, temerosa de intentar otro remedio debido a que todo había sido causado por una poción, siguió cambiando la toalla hasta que sonó el teléfono de la rubia, era un mensaje de su padre, que decía simplemente “Te estoy esperando”, la bruja se lo pensó varios momentos, no sabía si el señor sabia de ella, empalideció cuando pensó en lo que el haría si veía lo que le había hecho a su hija –No había pensado en esto… -pensó la pelinegra observando el teléfono, sabía que Lina no era muy apegada a su padre así que opto por mentir y decir “Voy a campear, no me vuelvas a llamar” y apago el teléfono esperando que no intentaran rastrearla y volvió a observar a la rubia, la pelinegra había pasado horas sentada en una esquina de la cama remojando el pañuelo y volviendo a colocarlo en su cabeza pero la fiebre no pasaba, pero estaba cansada y la adrenalina había pasado así que no paso mucho antes de que se durmiera.
Cuando despertó estaba sola en la cama, aun era de noche y las luces no estaban encendidas por lo que esta se quedo quieta tratando de analizar el ambiente a su alrededor hasta que un fuerte sonido hizo que despertara, parecía que un jarrón se había roto en el piso de abajo, por la luz de la luna que venía de su ventana pudo ver los objetos de la rubia sobre la mesita de noche, había recordado la llamada de su padre así que asustada tomo la navaja y la metió en su bolsillo.
E un silencio sepulcral bajo las escaleras muy rápidamente, pudo ver una figura femenina en la oscura cocina, pensó que sería su amiga, lo cual se confirmo cuando gracias al ver sus dorados y pálidos cabellos gracias a la luz de la luna pero algo se veía extraño en ella mas no le importo, saco la mano de su bolsillo soltando la navaja y camino aliviada hacia ella –Gracias al cielo estas mejor –decía caminando hacia ella algo apenada –Mira, de verdad siento lo que paso, prometo que… -No pudo terminar su frase debido a que al cruzar la puerta abierta de la cocina una hoja de metal intervino sus pasos colocándose justo frente a su cuello, la bruja intento retroceder pero una piel metálica intervino su camino y coloco otra espada fina de metal a un lado de su cuello y finalmente una tercera hoja pasó frente a las otras dos quedando el cuello de la bruja en medio de un angosto triangulo de metal mientras la mano metálica del propietario de la tercera espada la tomaba de sus cabellos obligándola a ver a la figura de su amiga que seguía escondida en la oscuridad.
¿Dijiste que lo sentías? De verdad lo vas a sentir –se pudo escuchar espectralmente en la habitación con la misma voz de su miga solo que en un tono mucho mas seductor, la figura levanto su mano a la altura de su hombro y de allí emergió una bola de fuego revelando la verdad de la situación, lo que sostenía a la pelinegra eran armaduras sin pies, flotando en el aire, meras invocaciones, pero eso no era lo más sorprendente, lo más sorprendente era la ahora antropomórfica forma de la invocadora, ahora de la parte posterior de su vestido salía una larga cola de zorro que ondulaba como péndulo de un lado a otro lentamente, al igual que en la parte superior de su cabeza se asomaba un segundo par de orejas, bajo esta había una corona heráldica hecha de rosas, aun con las espinas, que parecían no clavarse en su piel, la bola de fuego flotaba mágicamente sobre su pálida mano con uñas ahora largas y puntiagudas, y sus ojos, sus preciosos ojos cremas habían pasado a ser un par de ojos con pupilas violetas y cuyo centro era una rasgadura vertical, como los depredadores.
La que tenia forma de zorro esbozaba una sonrisa algo siniestra que hacía a la pelinegra temblar pero por culpa de una de sus invocaciones no se le permitía mirar a otra parte, pero, aun tratando de comprender lo que sucedía la pelinegra trataba de hablar –Li…Li… Lin…
La rubia entretenida la interrumpió – ¿Lina? Si, esa soy yo, debo decir, que aunque fuiste una gran maldita al utilizarme de conejillo de indias, el resultado fue excepcional, se cumplió lo que dijiste, además de que también obtuve habilidades mágicas… Pero… -dio un paso hacia ella bajando su mano mas la bola de fuego seguía levitando a su lado derecho –Podrás entender, que teniendo un poder así, no puedo dejarte vivir, no… Imagínate, si nadie sabe de dónde viene mi poder nadie podrá detenerme –Tomo a la pelinegra del mentón, esta estaba llorando, se sentía asustada y traicionada por la que era su única amiga, ella no era así, no según ella, pero estaba en shock, no podía decir nada – ¿Nada? Bueno… Nunca fuiste buena bajo presión… I guess… Bueno, supongo que este es el adiós, no es personal –se alejo de ella dando pasos lentos hacia atrás volviendo a levantar su mano haciendo ademan de estar por chasquear sus dedos.
Es solo un buen negocio –la bruja vio como los invocados estaban por cortar su cuello entre los tres, comenzó a llorar –N… No… N… ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! –grito poderosamente cerrando los ojos llenos de lagrimas con fuerza inclinando la cabeza hacia abajo comenzando a temblar mientras la rubia con rostro de sonrisa sádica chasqueaba sus dedos y los invocados acataban su orden.
• Género: Misterio, Fantasia
• Clasificación: +15
• Total de capítulos: Desconocido
Liliac Vulpes
Prologo
Es interesante como la vida puede pender de un juego, al igual que una gran confianza puede romperse como el cristal frente a la potente fuerza de un auto. La magia muy pocas veces tiene lugar en un misterio en todo el sentido de la palabra, y tiene una razón de ser, cuando hay magia de por medio nunca se sabe hasta qué punto la lógica común puede ser infalible y hasta qué punto puede permitirse la obviedad de decir que fue magia, no por nada, la mejor forma de combatir o utilizar magia es, regularmente, comprenderla, como una ciencia, no por nada se suele decir “La magia es una ciencia”. Puede ser cierto, en los tiempos más antiguos a la alquimia se le consideraba una práctica mágica mientras que en tiempos actuales se le considera uno de los precursores de la química, en muchos casos la magia puede ser tan compleja como la química y tan confusa como la física.
Para hacerse llamar mago, brujo o hechicero no basta con poseer el don, tampoco hacer amuletos que lo canalicen, hace falta comprender tu don, por eso, algunas personas sin el don en sus venas son capaces de alcanzar esos títulos, después de todo, tal como la matemática, solo necesita de práctica y las cosas más complicadas, a ojos de un experimentado será un juego de niños, después de todo, inbierte en algunos casos las leyes naturales, por eso es normal que el don haya desaparecido poco a poco.
Al final de cuentas, volviendo al punto anterior del misterio, si loz detectives tuvieran acceso a la magia seria incontables veces más simple, después de todo, ¿para qué investigar si puedes contratar a una médium que lo diga todo?, ¿Para qué ser detective si todo difunto puede resucitar en poco tiempo?. Quién sabe, tal vez sea por eso que normalmente la lógica y la magia comúnmente sean puestos en lugares opuestos de la balanza. Tal vez no debería extenderme mucho mas, después de todo, hay que descubrir los papelles lo antes posible.
¿Por que comencé estos discursos divagantes en primer lugar? Pueden tener una razón de ser que aun no comprendes. En esta vida todas las piezas calzan en su lugar justo, si faltan, debes investigar más, si sobran, probablemente lo que no encuentras sea el rompecabezas donde ponerlas, supongo que es todo por ayer, hoy y siempre, no me presentare como tu guía ni mucho menos, este viaje es en solitario, más temprano que tarde comprenderás la razón por la que estoy aquí.
XXXXXXX XXXXXX
Introducción
Encuentro
Encuentro
Era El año 2006, en algún lugar de Europa, una lujosa limosina negra rodaba en una carretera a la salida de aquella lugar, lo cierto es que en aquel lugar, era conocido como “El auto de la muerte”, se podía diferenciar por sus accesorios dorados de Águilas y dragones, el chofer, que conducía con sus oscuras ventanillas cerradas pisaba el acelerador como sí pretendiera romper el pedal, él sabía bien que a su jefe no le gustaba nada llegar tarde a sus “reuniones”.
Conducía, ni a más ni menos que el hombre más temido de toda Europa y áreas circundantes, el jefe de una poderosa mafia que en los último años se había hecho con el control de toda Europa a causa de sus constantes chantajes a los grandes sectores del gobierno, el señor sentado en uno de los asiento de la limosina, era ni más ni menos Sir Draco Bocus, el hombre más temido, y muchas veces, envidiado de todo el país, el hombre tras el cual incontables vidas fueron tomadas y el cual había llegado hasta a besar la mano de la reina.
Era un hombre de cabellos oscuros, ya con algunas canas perdiéndose en su oscura cabellera, vestía un elegante traje de gala negro y poseía un oscuro mostacho que se asemejaba al cabello que tenia, ya también con unas cuatro o cinco canas sobre este, podía si bien ser no solo un chantajista, sino también un estratega sin ningún igual en el mundo criminal, pero tenía un solo problema en su vida, el cual estaba justamente sentado frente a él, con las piernas cruzadas y unos pequeños audífonos puestos mirando perdidamente a la ventana abierta de la cual entraba un aire fresco sacudiendo sus dorados cabellos, era ni más ni menos que su única hija, Lina Bocus, consecuencia de su esposa asesinada, el gran padre de la mafia la cuido bajo su gran ala, pero, también bajo su sombra, todos siempre esperaron grandes cosas de ella pero lo cierto es que, si, era muy hábil en el arte de mentir, pero jamás pudo hacer una estafa que se asemejara a la de su padre, jamás pudo hacer una buena estrategia y no destacaba en ningún área especial de sus estudios, en principio era visto más que nada como una niña molesta que no hacía nada por hacer progresar a la organización pero que por suerte tampoco hacía nada para hundirla, era como si no existiese.
Tendría alrededor de dieciséis años, rasgos finos aparentemente delicados, no era especialmente linda, sus ojos crema se perdían con normalidad en cualquier lugar imaginando quien sabría que cosas, muchas veces el señor hacia indicios de querer hablar con ella pero esta simplemente no lo escuchaba por el volumen de su música, el sabía que si era duro con ella no le saldrían muy bien las cosas en su relación de padre e hija, de hecho, ambos sabían que a ella no le interesaba para nada la reunión, ella solo quería ir por el lugar en que se llevaría a cabo dicha reunión, un bosque muerto en el que nadie iba, la joven siempre que podía iba hacia allí por razones que nadie conocía, nadie más que ella.
El automóvil se detuvo en un camino de tierra frente a uno de los arboles, la muchacha en aquel momento cerro la ventanilla de la limosina mientras se levantaba su padre seguido por ella misma, la puerta del automóviles abrió ante ellos, la muchacha se quito los audífonos y los enredo alrededor de su cuello y dio unos pasos, una vez fuera del automóvil, hacia dirección opuesta a donde se iba su padre con el chofer armado con una AK-47, el señor l detuvo tomándola de un hombro a lo que ella se volteo con cara de pocos amigos y el comenzó a hablarle.
–Mira… Lina, no estoy seguro de lo que hagas siempre en ese bosque pero ten mucho cuidado, o al menos dime que es lo que haces allí o llévate uno de mis hombres para que te cuide –Dijo el preocupado hombre haciéndole una seña con la mano al chofer para que detuviese su caminata
–No necesito ningún escolta, estaré bien, como siempre –dijo la muchacha sin siquiera mirarlo y quitándose la mano de su mentor de su hombro, esta, a diferencia de él, con su vestido se camuflaba mucho mejor entre la neblina, un vestido blanco muy sencillo, que le llegaba hasta casi los tobillos y que fácilmente podía ser un pijama
La muchacha sin dejarle contestar se encamino hacia el profundo y muerto bosque en el cual desapareció entre la distancia y la niebla
Pasaron 10 minutos, 20 minutos, una hora, ya se estaba haciendo oscuro cuando la rubia, caminando por un camino de hierba entre los árboles se encontró con una gran mansión, con ladrillos blancos como las nubes, estaba rodeado por un gran jardín donde las rosas rojas crecían desordenadamente, esta siempre se detenía y caminaba en aquel gigantesco jardín, perdiéndose entre las flores y en parte rasgando sus pies con las espinas que crecían en ellas, mas teniendo cuidado de no ir demasiado lejos, después de todo, no le gustaba l dolor.
Después de su peculiar paseo toco las puertas de madera con fuerza deteniéndose tras unos 20 poderosos golpes, después comenzó a golpear nuevamente tras unos segundos, esta vez con sus nudillos hasta que estos se enrojecieran y le dolieran por lo cual comenzó a gritar a la puerta
¡¡AZIRA!! –Después de fuerte grito cogió aire nuevamente para continuar gritando a la persona del interior de la mansión – ¡Abre la maldita puerta!
Se quedo callada por algunos minutos frente a la puerta cruzada de brazos, esperando a que esta se abriera permitiéndola entrar en aquel lugar, evento que nunca sucedió por lo cual gruño levemente cerrando los ojos con fastidio por lo que se aventuro al jardín de rosas una vez más, camino por un lado de la mansión hasta encontrarse con una ventana que conducía a una sala con pequeñas mesas y tazas de té, la ventana no tenía ningún seguro por lo cual solo la abrió y se trepo para entrar.
Ninguna de las tazas había sido usada aun, y si había sido habían sido limpiadas con una dedicación convulsiva, la muchacha camino por la alfombra roja de la habitación hasta quedar frente a la puerta y abrirla y abandonar la alfombra hasta un piso de madera de caoba, fue todo el camino hacia la puerta de enfrente, en la cual, se encontraba una nota escrita con una horrible caligrafía “Estoy en el sótano” por lo cual la rubia se aventura todo el camino hacia una puerta abierta que levaba a una escaleras que llevaban a la más profunda oscuridad.
Lina se aventuro sin miedo a las profundidades de aquel sótano, ese lugar era muy diferente al resto de la casa, la escalera la componían un montón de rocas húmedas y resbaladizas, fácilmente podría confundirse con una cueva, la rubia bajo tal vez un kilometro bajo tierra hasta encontrarse con una tenue luz tras una puerta de madera antigua, ella sentía como el aire cada vez era más difícil de respirar a la vez que un inmundo olor dominaba sobre el lugar, seria comparable al olor de la carne podrida, la leche vencida y el estiércol, todo a la vez, la muchacha se tapo la nariz y la boca con una de sus manos tratando de evitar el espantoso hedor.
Una vez estuvo frente a la puerta la abrió fuertemente mirando seria a la otra chica que se encontraba allí frente a unos tubos de ensayo y un matraz aforado, rodeada de incontables instrumentos químicos y sustancias que su servidor tardaría años en identificar.
La rubia con un mano sobre sus cavidades respiratorias y la otra cruzada, con mirada molesta observo a la pelinegra, tenía el cabello casi hasta sus muslos, era menos pálida que la rubia pero aun así había poco color en su piel, sus ojos eran oscuros y vestía un vestido muy corto de color gris muy rasgado y una capa de color celeste que se unía en su pecho con un broche de color rojo sangre, quien se dio media vuelta y la saludo tapando un matraz con un corcho mientras esta se convertía de un color rojo a un color violeta oscuro saludando alegremente a la rubia con una mano mientras dejaba el matraz sobre la mesa
¡Holi Lina! –la pocionera se alejo de la mesa felizmente dando casi saltitos hasta donde se encontraba su interlocutora – ¡Justo pensaba en ti! Necesito un favor –Atino a decir antes de que la rubia con su dedo índice la interrumpiera tapando los labios de ella con este
¡Ah! A ver si lo entiendo, me dejas hablando sola en la puerta, me dejas afuera teniendo que entrar por la ventana… ¿Y ahora necesitas mi ayuda? –alejo su mano de los labios de la pelinegra de ojos oscuros mirándola enojada y algo fastidiada –¿Crees que soy estúpida?
La pelinegra negó con ambas manos algo apenada sonriendo algo confundida y nerviosa con los ojos cerrados –Perdón… Es que he estado trabajando en una nueva poción desde la semana pasada y acabo de terminarla
La rubia arrugo los ojos suspirando pesadamente y dijo de manera sarcástica y burlona –Entonces el olor que venía de la habitación… ¿Eres tú? –Después de lo dicho sonrió burlándose de ella mientras la pelinegra fruncía el ceño pero la rubia no se detuvo –Deberías bañarte más seguido ¿sabes?
¡Siempre me baño! –Exclamo la pelinegra –Soy una bruja y la magia es mi ciencia ¡es normal que me emocione por un avance así!
La rubia movió su mano echándose a si misma aire debido al calor que hacía en aquel lugar –Como sea, ¿de qué se trata?
Solo basto esa simple pregunta para que la pelinegra se emocionara y fuera casi corriendo a la mesa, tomara el matraz y lo mostrara con ambas manos a la subía frente a su cara – ¡No te lo vas a creer! He creado un elixir que permitirá aumentar las habilidades naturales de su usuaria, tales como su fuerza, su velocidad y su inteligencia –En ese momento la rubia le tapo la boca con su mano la boca de la bruja y le dijo en tono serio
-Sé a dónde va todo esto y la respuesta es no, no voy a ser tu conejilla de indias para que pruebes tu poción
La bruja inflo las mejillas quitándose la mano de la rubia de encima de sus labios e intento convencerla, de verdad quería tomar nota de sus descubrimientos
-Pero si a ti más que a nadie más le encantaría… Imagínalo, ser fuerte como un oso, ágil como una gacela e inteligente… ¡Como yo!
La rubia no se resistió a burlarse –Entonces esa poción hace a la gente menos inteligente, ¿sabes?
La pelinegra se enojo pero decidió ignorar el comentario –Pero es lo que siempre has querido… No, no ser tan inteligente como yo, pero imagínalo, tendría un legado aun mayor que el de tu padre –La bruja paso su brazo sobre los hombros de la muchacha y la invito con su otra mano al ver al vacío del futuro que esta le relataba –Imagínatelo, “Lina Bocus, la más grande chantajista del mundo, aquella que está por encima de todas las leyes”, ya me habías dicho antes que tenias problemas con tu padre por no poder encontrar tu lugar.
La rubia empujo a su interlocutora para que se separara de ella mirándola seriamente –Esta bien, la probare… Solo un poco, pero si te digo que no, no me volverás a insistir… Y si no funciona me tendrás que hacerme un círculo mágico, como el que me ayudo a pasar aquel examen el año pasado –Advirtió la rubia extendiendo su mano para sellar el trato
Para la pelinegra era en extremo difícil hacer esa clase de círculos, debía conseguir sangre de una res, las cuales no se hallaban por aquella zona, pero estaba segura de que funcionaria, esa vez por fin marcaría su superioridad por sobre el resto de las brujas, alegra estrecho la mano de la rubia con una sonrisa segura en los labios –Hecho
Accidente
Y entonces el trato se llevó a cabo, la rubia tomo una silla y se sentó con las piernas cruzadas frente a la bruja, mientras esta mezclaba la formula, lo cierto es que la rubia estaba algo espantada de tener que beber algo así y el aire del sótano la sofocaba, el hedor del lugar le hacía sentir que le faltaba el aire, que tal vez podría ser verdad-¿No podrías hacer que este hedor se valla? Comienza a marearme un poco… O al menos podríamos intentar subir a un lugar más ventilado para que el trago no sea tan amargo –Dijo la algo espantada muchacha que pasaba la mirada por la habitación sintiéndose en parte un experimento mas, a lo cual la bruja s acerco con el brebaje en su mano y le acerco la botella cerrada con un corcho con un sacacorchos clavado en este
Vamos, no tomara más que uno o dos minutos, después nos vamos a donde quieras a probar tu nueva velocidad, tal vez con eso no te vuelvas a rasguñar con las rosas –dijo señalando las piernas de la rubia que tenían unos rasguños a causa de las espinas del jardín que cruzo
Okey… Si tu lo dices –la rubia tomo el sacacorchos del matraz y lo saco de golpe sintiendo como un pequeño aire del interior de la botella impactaba contra su cara y el horrible olor invadía sus pulmones haciendo que de sus ojos botaran lagrimas mientras alejaba al matraz de ella mima y se tapaba la nariz –¡Por Dios! Creo que eso acaba de matar mi sentido del olfato… Y si no, está muy cerca de morir…
La bruja se acerco a ella con una mirada insistente uniendo sus manos y entrelazando sus dedos como si rezara a modo de pedirle a la muchacha que continuara –Vamos… Estas a medio camino… Solo tienes que beberlo… -después de ello comenzó a agitar su mano soplándole aire a su amiga a la cara para que se recuperara, segundos después esta se calmó y volvió a colocar el humeante matraz frente a su cara una vez más.
Lina, Lina, Lina, Lina –la bruja le hacía porras en voz baja para impulsarla a beber aquel asqueroso liquido que se encontraba confinado en el cristal, la rubia dudaba, ni siquiera hablaba, solo hacia ademan de ir a beberse la poción pero luego de golpe alejaba el borde del instrumento de sus finos y pálidos labios
La chica rubia finalmente ante la mirada insistente de la bruja finalmente en un movimiento pego el instrumento a sus labios y rápidamente se bebió el contenido de este sin detenerse hasta que en menos de 5 segundos acabo con todo y dejo caer el matraz explotando contra el suelo mientras, ella pálida como la nieve con una mano te tomaba el vientre y con la otra se cubría los labios –Sabia horrible… Me hace sentir mal…
La bruja le sonrió de medio lado lleno por una esquina en la que se encontraba una escoba y comenzó a barrer los vidrios rotos alrededor de la enferma rubia a la vez levantando algo de polvo –Es normal, solo durara unos segundos
-la bruja dio un pequeño quejido, sentía muchas nauseas y estaba mareada, a la vez que comenzaba lentamente a sentir un potente dolor de cabeza como jamás lo había sentido en su vida, si había tenido esos síntomas antes pero jamás con toda esa potencia –Azeria… Por favor… De verdad me estoy sintiendo mal…
La pelinegra comenzó a preocuparse de la rubia de tal manera que barrió los cristales hasta debajo de una de las mesas más alejadas rápidamente, dejando algunos de los pequeños trozos brillando en el suelo y se acercó a colocar su mano sobre la frente de la rubia, estaba ardiendo, la bruja trago saliva –Esto… Lina… Tal vez deberíamos subir… Estas ardiendo
La rubia ni siquiera pudo responder, sintió un profundo calor en su pecho y comenzó a temblar terriblemente y a sudar seco, la bruja se estaba preocupando, de hecho, casi estaba entrando en pánico, no solo su poción había fallado terriblemente, sino que algo malo le pasaba a su mejor amiga, de hecho, era su única amiga, comenzó a agitarla levemente para que le prestara atención –¡Lina! Lina, responde… Por favor responde…
La chica comenzó a respirar por sus labios, trato de ver a la bruja, se volteo a verla pero su vista estaba empañada, tenia lagrimas en los ojos pero su vista, de por sí, estaba borrosa y antes de poder decir algo se desplomo, cayendo entre los brazos de la bruja, quien preocupada coloco los labios en el cuello de esta , sintiendo que aun tenia pulso aliviándose un poco –Tranquila, te vas a poner bien
Inmediatamente al cargo en su espalda, de manera que fuera muy complicado que se cayera, y salió por la puerta comenzando a subir costosamente por las escaleras, no estaba acostumbrada a usar su propia fuerza, pero no era más que una bruja pocionera y no tenía ninguna en ese momento que aumentara su fuerza física, una vez salió de las escaleras que conducían al sótano subió un segundo piso, todo era igual de lujoso y al final de un angosto pasillo se encontraba una habitación, tan elegante como el resto, una gran cama matrimonial en el centro de la habitación, en la parte noroeste una mesa de escritura con pluma y tintero, en la parte noreste, junto a una ventana que miraba al este un librero lleno de libros de magia y un espejo de cuerpo completo a la derecha de este, en la esquina suroeste un gran florero con flores violetas y en la esquina sureste una pintura de hace muchos años de los propietarios originales de la casa, un hombre y una mujer con apariencia de los años 30 y con ya muchos años de vida relatados en las arrugas y canas que ambos tenían.
La bruja acostó a la rubia en la cama, rápidamente la arropo y le arrebato todas sus posesiones, una navaja de aluminio de hoja negra como la noche, parecía haber sido utilizada antes, con varias gotas de sangre en la agarradera, un teléfono de pantalla táctil, una consola de videojuegos de dos pantallas, una táctil dentro de una funda qué le daba la apariencia de un libro si se sujetaba verticalmente y al final una pequeña agenda donde decían más que nada fechas de exámenes entre otras reuniones, el cual la bruja no se resistió a ojear unos segundos,, al final descarto todo dejándolo en la mesa de noche al lado derecho de la cama y corrió a la cocina volviendo al poco tiempo con un pañuelo y un cuenco con agua, con el cual mojo el pañuelo y lo coloco en la frente de la inconsciente chica que dormía en la cama como una muerta.
Las horas pasaron y la bruja, temerosa de intentar otro remedio debido a que todo había sido causado por una poción, siguió cambiando la toalla hasta que sonó el teléfono de la rubia, era un mensaje de su padre, que decía simplemente “Te estoy esperando”, la bruja se lo pensó varios momentos, no sabía si el señor sabia de ella, empalideció cuando pensó en lo que el haría si veía lo que le había hecho a su hija –No había pensado en esto… -pensó la pelinegra observando el teléfono, sabía que Lina no era muy apegada a su padre así que opto por mentir y decir “Voy a campear, no me vuelvas a llamar” y apago el teléfono esperando que no intentaran rastrearla y volvió a observar a la rubia, la pelinegra había pasado horas sentada en una esquina de la cama remojando el pañuelo y volviendo a colocarlo en su cabeza pero la fiebre no pasaba, pero estaba cansada y la adrenalina había pasado así que no paso mucho antes de que se durmiera.
Cuando despertó estaba sola en la cama, aun era de noche y las luces no estaban encendidas por lo que esta se quedo quieta tratando de analizar el ambiente a su alrededor hasta que un fuerte sonido hizo que despertara, parecía que un jarrón se había roto en el piso de abajo, por la luz de la luna que venía de su ventana pudo ver los objetos de la rubia sobre la mesita de noche, había recordado la llamada de su padre así que asustada tomo la navaja y la metió en su bolsillo.
E un silencio sepulcral bajo las escaleras muy rápidamente, pudo ver una figura femenina en la oscura cocina, pensó que sería su amiga, lo cual se confirmo cuando gracias al ver sus dorados y pálidos cabellos gracias a la luz de la luna pero algo se veía extraño en ella mas no le importo, saco la mano de su bolsillo soltando la navaja y camino aliviada hacia ella –Gracias al cielo estas mejor –decía caminando hacia ella algo apenada –Mira, de verdad siento lo que paso, prometo que… -No pudo terminar su frase debido a que al cruzar la puerta abierta de la cocina una hoja de metal intervino sus pasos colocándose justo frente a su cuello, la bruja intento retroceder pero una piel metálica intervino su camino y coloco otra espada fina de metal a un lado de su cuello y finalmente una tercera hoja pasó frente a las otras dos quedando el cuello de la bruja en medio de un angosto triangulo de metal mientras la mano metálica del propietario de la tercera espada la tomaba de sus cabellos obligándola a ver a la figura de su amiga que seguía escondida en la oscuridad.
¿Dijiste que lo sentías? De verdad lo vas a sentir –se pudo escuchar espectralmente en la habitación con la misma voz de su miga solo que en un tono mucho mas seductor, la figura levanto su mano a la altura de su hombro y de allí emergió una bola de fuego revelando la verdad de la situación, lo que sostenía a la pelinegra eran armaduras sin pies, flotando en el aire, meras invocaciones, pero eso no era lo más sorprendente, lo más sorprendente era la ahora antropomórfica forma de la invocadora, ahora de la parte posterior de su vestido salía una larga cola de zorro que ondulaba como péndulo de un lado a otro lentamente, al igual que en la parte superior de su cabeza se asomaba un segundo par de orejas, bajo esta había una corona heráldica hecha de rosas, aun con las espinas, que parecían no clavarse en su piel, la bola de fuego flotaba mágicamente sobre su pálida mano con uñas ahora largas y puntiagudas, y sus ojos, sus preciosos ojos cremas habían pasado a ser un par de ojos con pupilas violetas y cuyo centro era una rasgadura vertical, como los depredadores.
La que tenia forma de zorro esbozaba una sonrisa algo siniestra que hacía a la pelinegra temblar pero por culpa de una de sus invocaciones no se le permitía mirar a otra parte, pero, aun tratando de comprender lo que sucedía la pelinegra trataba de hablar –Li…Li… Lin…
La rubia entretenida la interrumpió – ¿Lina? Si, esa soy yo, debo decir, que aunque fuiste una gran maldita al utilizarme de conejillo de indias, el resultado fue excepcional, se cumplió lo que dijiste, además de que también obtuve habilidades mágicas… Pero… -dio un paso hacia ella bajando su mano mas la bola de fuego seguía levitando a su lado derecho –Podrás entender, que teniendo un poder así, no puedo dejarte vivir, no… Imagínate, si nadie sabe de dónde viene mi poder nadie podrá detenerme –Tomo a la pelinegra del mentón, esta estaba llorando, se sentía asustada y traicionada por la que era su única amiga, ella no era así, no según ella, pero estaba en shock, no podía decir nada – ¿Nada? Bueno… Nunca fuiste buena bajo presión… I guess… Bueno, supongo que este es el adiós, no es personal –se alejo de ella dando pasos lentos hacia atrás volviendo a levantar su mano haciendo ademan de estar por chasquear sus dedos.
Es solo un buen negocio –la bruja vio como los invocados estaban por cortar su cuello entre los tres, comenzó a llorar –N… No… N… ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! –grito poderosamente cerrando los ojos llenos de lagrimas con fuerza inclinando la cabeza hacia abajo comenzando a temblar mientras la rubia con rostro de sonrisa sádica chasqueaba sus dedos y los invocados acataban su orden.
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