the fallen.

Nueva Inglaterra, 1864

"Los pies de Rosenshine se movían rápido y bruscamente por el suelo cubierto por un poco de lodo, que al dar un paso, las huellas de los pies quedaban marcadas en él. Su respiración era muy agitada, haciendo que su viste se pusiera un poco borrosa, pero sin evitar que se detuviera en ningún momento. Su cabello castaño y con el moño blanco que lo adornaba a medio punto de caer, iba contra la dirección opuesta por el aire frío que chocaba con su rostro. Su vestido antes blanco, estaba algo cubierto de los restos de incineración y tierra que tenía desde antes, volviéndolo de un tono gris.

Sin darse cuenta del camino que tomaba, comenzó a notar el cambio de su alrededor, el cual estaba cubierto de ramas y troncos grandes. Para cuando le vino por un momento la idea de regresar, no lo hizo, sabiendo que aquellas personas no tendrían piedad por ella como tampoco la tuvieron con su familia. Ah, si, su familia, aquella pequeña familia de aquel pueblo unido y tranquilo, compuestos por su madre trabajadora, junto a su padre respetuoso sobretodo caballeroso, su hermana pequeña con una gran delicadeza e inteligencia y ella, Rosenshine, hermosa sobretodo deseada por la mitad de los hombres del pueblo por su inteligencia , alegría en sus ojos cafés y belleza interior de cualquier chica pacífica e inofensiva, y  la cual con tan solo dieciséis años, logró escapar del pueblo que había acabado con la unión de ella y las personas que amaba.  Sin embargo, no estaba a salvo allí, ya que después de todo había terminado en un peligro completo al descubrir lo que la hacía diferente, y aterradora hacia los demás.

—No te detengas, no lo hagas— se dijo animándose a si misma, esperanzada con lograr encontrar una salida de aquel frío, aterrador y oscuro lugar. Esperando salir y escapar lejos de allí y recrear otra vida como una nueva persona. Pero justo cuando sus esperanzas la hicieron ver la salida de aquella horrible persecución hacia ella, sus pies perdieron la concentración por completo al tropezarse con un tronco pero cuando justamente cayó, ya era muy tarde. La habían encontrado tirada en el suelo con el tobillo lastimado, gimiendo, llorando y e intentando a toda costa levantarse. Y con la vista borrosa, logró echar un vistazo a los que se acercaban a ella, con antorchas y gritando "—¡Quemen a la bruja!—" una y otra vez mientras ella caía en una emoción llena de terror profundo, alejándose de lo que una vez fue vida para ella. Y mientras la amarraban, la cargaban y la ponían en el lugar de quema, ella no dio la mas mínima señal de vida, esperanzada de que pensaran que había muerto. Cuando en realidad estaba más viva que nunca, y aunque su tobillo estuviese en mal estado. Sus ojos se llenaron de lágrimas y con la voz ronca, gritaba por piedad, sabiendo que la ignoraban en cada palabra.

—¡Por favor! ¡No me hagan esto, por Dios!— grito en un tono desgarrador, que al instante le dio un tirón de ardor en la garganta.
—No te atrevas a mencionar ese nombre sagrado, sucia bruja asquerosa— le dijo, a regañadientes aquel hombre mientras con su cuchillo le rozaba la mejilla para soltarla bruscamente y darle una cortada ligera.
El hombre acerco su antorcha llena de fuego hacia donde se encontraba amarrada aquella chica, la cual gritaba y se retorcía en aquel lugar. Pero justo antes de que el fuego tocase el amarre en el que se encontraba la pobre chica, esta lanzo un fuerte grito, haciendo que el cordón del amarre se soltase y atrapara al hombre para luego lanzarlo al aire y soltar a Rosenshine. Su mirada cubierta y llena de odio recorrió a cada persona que miraba con terror y horror hacia la chica, huyendo como animales bestializados de la masacre que se proclamaba por aquella muchacha..."

¡Ábreme! anskcfj;: