Someone else. [SasuSaku]

¿Dónde se habrá metido Sakura? Es tarde, y ella no suele llegar tarde en estas fechas tan especiales. Espero que no haya pasado nada grave. Además, cada vez me cuesta más estar tranquilo. Ya pasan más de treinta minutos de la hora acordada para vernos y mis nervios me están empezando a jugar malas pasadas. Solo quedaban unos minutos para que dieran las campanadas y habíamos quedado en hacer la cuenta atrás juntos. ¿Dónde rayos estaba? Pero como todo hombre, me mantendré firme y sereno hasta que esa mujer llegue y me diga lo que tenga que decir.

Y por fin, después de no sé cuánto tiempo, llegó. Tenía la cara un poco pálida, aparentemente por el frío. Algo se sentía extraño, no me hablaba, ni me saludó si quiera cuando llegó, solo se sentó en el banco donde yo estaba. Sin dirigirme la mirada, habló:

—Tenemos que hablar.

Empezamos mal. Esa frase nunca traía nada bueno.

—¿Pasó algo? —me animé a preguntar.

Lo prefería a la mítica pregunta de “¿de qué?” Por lo menos esta me quitaría la preocupación que podría tener. Ella parecía nerviosa, demasiado nerviosa para ser normal.

—Sí, es que… —titubeó—, hay alguien más.

Mi corazón se paró. ¿Alguien más…? Mierda. Esto pasaba siempre en todas las películas, ¿por qué me tenía que pasar esto justo en Fin de Año? Yo ya me sabía este cuento: Ella dice “alguien más” y lo próximo es que el tío le pregunta: “¿Alguien más?” y ella vuelve contestar: “Estoy enamorada de otra persona” No iba a pasar por eso, oh, no. Aunque me doliera —y eso no quisiera admitirlo— cortaría por lo sano de una vez.

—¿Amas a otra persona?

Dirigió su mirada hacía a mí después de un largo tiempo sin hacerlo. Sus ojos eran firmes, nunca los había visto así de decididos. Sin darnos cuenta ya estaban empezando las campanadas, seguramente al acabar esta contestación ya sería Año Nuevo. Y mientras empezaba a nevar de repente, ella respondió a mi pregunta decidida, como si todo rastro de su nerviosismo hubiera desaparecido sin dejar rastro alguno:

— Sí, y mucho. Yo haría cualquier cosa por ella.

Bien, está claro que hoy no es mi día. Eso me cayó como un balde de agua fría encima. ¿Cómo podía decirlo así, sin considerar mis sentimientos? Bueno, yo haría lo mismo, pero no estamos hablando de mí. Esa no era Sakura, me la habían cambiado. Maldito…, mataría al imbécil que la ha enamorado y después me reiría en su tumba.

—¿Lo conozco? —curioseé.

Vamos, cómo si necesitara conocerlo para matarlo. Faltaban pocos segundos para el nuevo año. Sí que empezamos bien.

—No, todavía. —Puso una amplia sonrisa. Se notaba que quería hacerme sufrir, pero no lo conseguiría, tengo un honor que mantener—. Pero lo  conocerás.

—¿De verdad? ¿Cuándo? —Puse un falso interés en mi voz. Se iba a cagar ese.

Sin darnos cuenta solo faltaba un segundo para la última campanada. ¿Alguien quiere un deseo para el próspero año que no me espera?

—Dentro de siete meses a  partir de ahora. —Sonrió aún más poniendo una mano en su vientre.

Sonaron las campanas de Año Nuevo. Y mi corazón se paró en ese momento.