Creatura Nocturna

La escena que se nos muestra es una tarde soleada y vibrante de primavera, podemos ver a una chica de edad indefinida que en contraste con el entorno se ve pequeña e infantil con su uniforme escolar la adornan unos ojos despiertos que observan todo a su alrededor y su sonrisa infantil hacia un mundo terrenal al que pareciese ajena, se acerca a paso tranquilo a un parque inundado de flores que le da un aspecto mítico, casi como un hada al resguardo de la naturaleza.

- Oh!, si supiera – exclama una voz oculta por las sombras de las miradas ajenas – la terrible realidad del mundo que nos absorbe vertiginosamente a las tinieblas.
El extraño la sigue con la mirada desde el anonimato de las sombras, de los arbustos, de los edificios y sus escondites que lo mantienen oculto mientras la mira con recelo, a sus ojos ella es completamente diferente a las tragedias que conoce, parece tan feliz y tan confiada como si fuera ajena a la realidad igual que él pero más feliz, mientras la mira siente la necesidad irremediable de conocerle, de mirarla más de cerca, de estudiarla y saber qué es lo que a él le falta, que es lo que a las otras les faltaba.
Mientras más la ve se siente más invisible, confía en que es la luz del sol lo que causa su frustración. La observa entre las flores del parque al que la ha seguido, mira el cielo la luz a un brillante tiene los tintes del ocaso.

- Ya llegara la noche – menciona para si – y tras el resguardo de la obscuridad la mirare de tan cerca que casi tendré el poder de tocarla, ella solo vera mi sombra, quizá sienta que un escalofrió le recorre el cuerpo y sienta miedo, esta noche solo la observare y saciare esta necesidad física a través de mis ojos.
Entre las flores la joven pareciera una creatura celestial, el extraño sale de su escondite con la seguridad de que la luz esta por desvanecerse y devolverle su tan ansiado anonimato, pero casi como un presentimiento las ultimas mariposas escapan intranquilas entre las flores así ella voltea y lo mira.

La parsimonia de aquel lugar y de esa escena le hacen sentirse como un animal nocturno que ha salido demasiado temprano de su escondrijo, podemos ver su cara, es un hombre al final de sus treintas sin ninguna peculiaridad además de su expresión de profunda tristeza y quizá locura.

Se miran frente a frente, con la cara iluminada por la seguridad de saberse a salvo él nota que se ve aún más hermosa, pareciese que con el día su infantil semblante se ha esfumado poco a poco, como la luz, da la impresión de saber lo indefenso que se siente el extraño al verse descubierto, sin un lugar donde esconderse.

La mira nervioso, con ganas de huir, sus malvados y humanos fines han pasado a ser parte de una realidad paralela, a pesar de que los últimos rayos de sol se han ido no ha recuperado la firmeza de su propósito; ella por su parte ha tomado una postura extraña, su mirada parece cambiar y él siente como penetra en su conciencia a través de la negrura de la noche, alcanza a ver su sonrisa una vez más, ya no es la de la niña ingenua de horas antes.

Ella le sonríe y casi como un suspiro se mimetiza con el ambiente, desaparece y el siente miedo, un miedo paralizante y por demás real porque ella es una verdadera creatura nocturna.